Este "trailerpark" lo encontré a la mitad de un camino de terracería en el Valle de Guadalupe. Parecía abandonado, pero cuando me bajé del coche para tomar la foto salió un perro a toda velocidad ladrando. El susto que me llevé y la carrera al coche antes de que me alcance el perro fue memorable. Lo bueno es que la fotografía salió como quería.
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